A menudo, cuando era niña, mi madre solía decirme que no tenía los pies en la tierra. Eso me preocupaba enormemente porque pensaba que si no podía mantenerme fija en la tierra, con toda probabilidad antes o después saldría volando, despedida en una ráfaga de viento.
El resto de esta excelente entrada en CarreteraSecundarias, de verdad, vale la pena.
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